19.12.07

Parto y dolor

Les copio un texto que me pasaron en Ñukeyen, que está extraído del libro: "Parir en libertad" escrito por Raquel Schallman. Tal vez les resulte largo, pero está muy jugoso.

"Uno de los grandes temas del parto es el DOLOR. Las embarazadas llegan con temor sin saber cuál es la dimensión del mismo. Y esto tiene que ver con dos grandes malentendidos: la información de que es posible parir sin dolor, y a la inversa, que es imposible de tolerar. Ninguna de las dos cosas es cierta.
Puede haber partos con sensaciones muy leves, pero el dolor nunca esta ausente. Los partos son CON DOLOR, pero este es muy especial: intermitente, no permanente. Coincide con cada contracción, pero cuando ésta pasa, desaparece y esto es lo que lo hace tolerable. Además, cada una dura menos de un minuto. Saberlo aumenta mucho las posibilidades de tolerarlo. Por otra parte conlleva goce.
La sensación que la mujer percibe es la de cómo su cuerpo se abre para dejar pasar al bebé: la molestia, la alegría y el goce van juntos. ES ALGO INDESCRIPTIBLE. La mujer al dar a luz, se encuentra por primera vez con un tipo de dolor, tal vez el único que existe, que es fisiológico, que forma parte de lo natural, que no es un síntoma de que algo esta dañado en el organismo, y que además puede vivirse placenteramente. Es una experiencia impensada hasta que no la atraviesan.
El dolor del parto no es un aviso de que hay algo en el cuerpo que no anda bien, sino de que el cuello del útero se esta abriendo para que nazca el bebe. Creo que el sentido es permitirle a la mujer hacer el proceso fenomenal de desestructuración que significa el parto. Ella se tiene que abrir para darle paso a otro ser, y tiene que experimentar sensaciones muy intensas para darse semejante permiso.
Como el dolor del parto no es constante, se sumerge treinta segundos en la contracción y después pasan cinco, tres o dos minutos en los que no lo tiene. Este oleaje en el que se zambulle de a poco, y con tiempos de descanso, es lo que le permite hacer el camino.
Creo que la sensación de romperse, dejar salir a otro, y rearmarse, invade todo el ser de la mujer. Por eso después vienen los famosos cuarenta días de puerperio. No son solo el útero y los demás órganos los que tienen que volver a su lugar, es también ella la que tiene que volver a estructurarse.
El parto es una bisagra en su vida, y un punto fundamental de esa inflexión es atravesar el dolor. Cuando sentimos el dolor a nivel físico solemos quedarnos quietos, retraernos. Lo mismo ocurre a nivel emocional, nos "metemos para adentro" y dejamos de prestar atención a cualquier cosa del afuera. Perdemos hasta la noción del frio o el calor.

Genera un estado alterado de conciencia. Cuando una gestante pare, se desprende de una parte del propio cuerpo. Aun cuando intelectualmente sepa que el niño es otra persona, separada de ella, él esta adentro, forma parte de su mamá hasta que nace. Entonces, ¿como hace una parturienta para dejarlo ir, para desprenderse de una parte de si misma? Tiene que soltar el control, y la única manera de lograrlo es "entrando en otro mundo". Esa posibilidad se la da el dolor, el estar "como en otro planeta", ausente de pensamientos. Esto facilita que el cerebro troncal se despliegue libremente, que fluya sin contradicciones. A una parturienta sumergida en esa intensísima sensación no se le puede pedir que piense, para eso estamos los otros. Ella tiene que poder fluir en sus vaivenes.
Puede ocurrir que sea tan intenso, y la mamá esté tan asustada, que se transforme en sufrimiento. Es decir: dolor al que se suma angustia, miedo y maltrato. Quizá en vez de salir se queda en una sensación de padecimiento constante, porque no hace a tiempo a emerger cuando ya llega la próxima.
Las situaciones placenteras hacen que el cuerpo genere endorfinas que disminuyen el dolor. Y no hay nada tan sencillo como darle placer a otro. Una mano que acaricia, un cuerpo que contiene, un baño de agua tibia, música suave, una sonrisa, una vuelta por el parque, tomar helado, son algunos de los muchos "analgésicos" naturales que pueden usarse para disminuir su nivel de ansiedad y dolor".

6 comentarios:

Irantzu dijo...

Te quería comentar que el otro día encontré una Reader Digest en mi casa del año 50 o 60 (por ahí) y había un artículo sobre el parto, donde se hablaba de un ginecologo que era uno de los primeros en decir que no había que tratar el parto como enfermedad sino que dejarlo fluir, y cuyas "pacientes" decían que sentían dolor pero según el enfoque que se le diera era más o menos llevadero, y que este doctor las ayudaba mucho a verlo como algo natural y positivo, en fin, algo así, no sé dónde quedó esa revista, pero me llamó la atención cuando la vi porque hoy se habla de las "vanguardistas del parto natural" como si fuera algo nuevo, moderno, ridiculo, cuando ha sido siempre tema, y aunque al principio la medicina ayudó a salvar vidas interviniendo en todos los casos necesarios, después se pasaron al otro lado y no dejaron caso sin intervenir... contra eso hay que rebelarse.

Pd.(Fuiste tú la que me dijo que escribir la palabra de verificación era una lata? Lo pregunto porque tú blog tb. la pide... ¿eras tú? Me confundo a veces...)

Mariana dijo...

No, no fui yo. Soy una silenciosa lectora de tu blog. Raramente te hago comentarios.
Realmente es algo engorroso pero evita los comentarios spam que eran muy frecuentes en mi blog. Saludos!!!

María José dijo...

Encontré muy cierto el texto, me pareció bien linda la explicación de tomarse el dolor del parto de manera diferente a la de los dolores "comunes". Y sin duda me parece que para tomarse el parto de esta manera tan especial (y natural) hace falta tener una visión de vida especial, no sólo en los 9 meses de gestación.
Nada de largo!

Lapuntadelobelisco dijo...

me dejo dando vueltas este post porque en cierta manera dice lo que siempre pense a partir del parto de Lisa (mucho mas claro de lo que yo podria expresarlo!) pero asi como me parece esclarecedor me resulta obvio... desde el preciso momento en que supe que estaba Lisa en camino NUNCA escuche a una sola Madre que me diga "pariras sin dolor", todas, de una u otra manera fueron "sinceras", a las que menos les "peso" fue seguramente porque estuvieron mas contenidas/informadas y creo que en esto es en lo que hay que hacer hincapie, en contar con informacion suficiente como para poder pasar esos momentos menos "placenteros" de la mejor manera posible y el la "parte fisica" (la dolorosa) sea un recuerdo que ni valga la pena mencionar.

(mas alla de lo que fue el parto de Li yo tengo grabado "en el cuerpo" el momento en que Ella salio y el resto me resulta aire...)

te dejo besote y no te "metas tanto pa'dentro" que no sabemos nada de nada de Uds.!

Anónimo dijo...

me parece una estupidez total y absoluta someterse a un sufrimiento en algunos casos de veinte horas de duración, es una locura no le hace bien ni a la madre ni al bebé, la anestesia peridural no trae complicaciones y cada mujer debe ser libre de poder elegirla porque parece que boludas como vos cerradas de mente miran con mala cara a quien elige no sufrir al parir bueno no se podía esperar otra cosa de alguien que está en contra del aborto hasta en casos de violación, cómo vas a estar a favor de la epidural parece que tu pequeña mente está programada para repetir que la mujer debe sufrir, sufrir en un parto, sufrir en una violación y luego tener que soportar un hijo no deseado y hasta mantenerlo económicamente hablando, cómo se nota que no es tu caso eh
salí del limbo donde vivís por mas profesional que digas que sos, abrí tu cabeza naba cada uno tiene derecho a elegir basta de idiotas que creen tener la verdad absoluta
ah además aflojá un poco que bastante putito te va a salir el pendejo ya no es un bebe !

Mariana dijo...

Parece que la libre elección vale para vos solo/a che.
¿por qué vos podés elegir y yo no?
Y si la libertad sirve para agredir a la gente...en fin. ´
De más está decir que es mi blog y por eso escribo lo que quiero. Lo de que miro con mala cara a los que no piensan como yo, creo que es una proyección tuya. Faltaba más... que pensar y reflexionar acerca de lo que uno quiere para si mismo, implique mirar mal a los que piensan distinto. Eso te pasa a vos, parece.
La verdad es que preferiría que no pases más, que te dediques a leer cosas que te hagan sentir bien y no que hagan saltar tu resentimiento y agresividad.
AH! Y yo crio a mi hijo como se me canta.
(¿No era yo la cerrada de mente?)