26.3.07

Buenos recuerdos...

Del pediatra español Carlos González, de su libro: "Bésame mucho", en su epílogo.
Tengo que decir que me emociona especialmente este fragmento. Aunque todo el libro es hermoso e instructivo.

(...)"Yo, por mi parte, recuerdo una tarde, creo que era domingo, cuando tenía unos doce años. Vagaba aburrido por la casa. Mi madre me atrapó y me dijo: «Ven, siéntate aquí, en mis rodillas, como cuando eras pequeño. Imagino que debí morirme de vergüenza, pero no logro recordar esa vergüenza.
Recuerdo, en cambio, que empezó a cantar muy suavemente:
Arrorró, mi niño chico,
que viene el coco y se
lleva...
Apoyé mi cabeza en su seno y me invadió una paz infinita. Casi me quedo dormido. Era como volver a tener dos años.
La mayoría de la gente no recuerda nada de su primera infancia. Yo sé lo que siente un bebé en brazos de su madre porque tuve el enorme privilegio de volver a ser un bebé durante media hora, a los doce años.
Todas estas historias tienen algo en común. Los días más felices de nuestra infancia son aquellos en que nuestros padres (o nuestros abuelos, hermanos o amigos) nos hicieron felices.
Incluso cuando nos parece que nos hizo feliz un tren eléctrico,si miramos mejor siempre hay personas detrás: los padres que nos lo entregaron con una sonrisa o con un elogio, el hermano con el que compartimos (no siempre de buen grado) el tren...
Eramos hijos y ahora somos padres. Han pasado tantos años, pero tan poco tiempo, que a veces nos sorprendemos con los papeles cambiados. De pronto vemos nuestra propia infancia y a nuestros propios padres con una nueva luz.
Miramos a nuestros hijos y nos preguntamos qué día, qué frase, qué aventura quedarán grabadas en su memoria para siempre; qué dolores quedarán clavados en su alma y qué alegrías
guardará como un tesoro.

Los días más felices de su hijo están por venir. Dependen de usted".

22.3.07

Recomendado...

Si tienen tiempo y ganas, pasen por este blog, que tiene notas siempre interesantes. Hoy les traigo un fragmento de un artículo, que leerán completo por aqui.

"La Verdad cruda, es que el llanto no consolado, puede causar daño al cerebro en desarrollo de un niño, dijo la Profesora Sunderland, quien es la Directora de Educación y Entrenamiento del Centro de Salud Mental Infantil en Londres. Ella cree que los padres a menudo no reconocen adecuadamente el sufrimiento de sus niños.
Mientras que la importancia del contacto, del abrazar y físicamente consolar a sus hijos es fundamental, ella también habla a los padres de los daños de minimizar la ira de sus niños, asi como la angustia emocional.
Los padres nunca deberían tratar de disuadir a sus hijos de no sentir ciertas emociones, aunque tu hijo esté interpretando una situación de una manera completamente diferente a ti, es importante el probarles que tienes empatía hacia ellos, a través del tiempo que les das y el lenguaje y las expresiones faciales que muestras".

Tres- ejercicios de madres- tres

Navegando por los blogs uno se encuentra con gente fascinante. De la que, por lo menos yo, tengo mucho que aprender.
Recopilé tres ejercicios de tres mujeres-mamás. Ejercicios para el corazón y para la cabeza.

El primero lo encontré en el blog de mi muy querida mumimamá.
El ejercicio de listar, para nuestros hijos, nuestras limitaciones. Hace bien sincerarse. Siempre.

El segundo en un blog que conocí recientemente.
El ejercicio de ver las cosas buenas que logran sacar de nosotros nuestros hijos. Capacidades y oportunidades que gracias a ellos pasaron de la potencia al acto.

Tercer ejercicio. (Aunque ella misma está pensando en no hacerlo más)
Confiar en los amigo/as, abrirse. Dejarse acompañar. Y saber que una no es la única a la que le pasan las cosas que uno sufre.

Gracias a las tres.

18.3.07

"Merchandising" casero, con mucho éxito

Ultimamente mi hijito ve con simpatía al personaje de TV: Pocoyo.
A mi me parece realmente hermoso.
A falta de material en internet, donde sólo pude acceder a un blog; (Al sitio no logré entrar aún, a pesar de intentarlo muchas veces) le estuve haciendo algunos juegos de mesa con el personaje.

Rompecabezas (con esta imágen).
Loteria
Juego de la memoria
Dominó.
(Con esta otra)

Simplemente imprimiendo este par de imágenes. Por supuesto varias veces. Y utilizando tijeras, cartón y pegamento. Ah! Un poco de paciencia para recortar chiquito, cada personaje individualmente.
Pero quedaron lindos y está jugando mucho con ellos.

Escarpines tejidos

Los encontré en una revista, buscando para una amiga que necesitaba un patrón de pantuflas y pensé que el modelo es adecuado para ser adaptado en tamaño. Son bastante sencillos. Los comparto también con uds.

En ag. N° 3 poner 29p. y tejer en p. Santa Clara de la siguiente ma­nera: 1h y todas las hileras impares)
tejer todos los puntos al derecho.
2h) Ip.d., aumentar Ip., 13p.d., aum. Ip., Ip.d., aum. Ip., 13p.d., aum. Ip., Ip.d., quedan 33p.
4h) 2p.d., aum. Ip., 13p.d., aum. Ip., 3p.d., aum. Ip., 13p.d., aum. f p., 2p.d., quedan 37p.
6h) 3p.d., aum. Ip., 13p.d., aum. Ip., 5p.d.,aum. Ip., 13p.d., aum. Ip., 3p.d., quedan 41p.
8h) 4p.d., aum. Ip., 13p.d., aum. Ip., 7p.d.,aum. Ip., 13p.d., aum. Ip., 4p.d., quedan 45p.
10h) 5p.d., aum. Ip., 13p.d., aum. lp.,9p.d.,aum. Ip., 13p.d., aum. Ip., 5p.d., quedan 49p. Continuar en p. Santa Clara por otras 10 hileras.
Para hacer el empeine, tejer 28p.d. y 1 disminución simple, quedan 20p. en la ag. izquierda que se dejan en suspenso. Girar el teji­do, tejer 8p.r. y 2p. juntos al re­vés, dejar los 20p. restantes en suspenso.
Dar vuelta el tejido, tejer Ip.d., 7p. fantasía y 1disminución simple tomando el último punto con uno de los 20p. en suspenso. En la hilera del revés tejer 8p.r.; juntos al revés, tomando un los puntos en suspenso. Seguir de esa manera, tejiendo los 9 p. del empeine en p. fantasía y tomando al final de cada hilera de los puntos en suspenso en total 6 veces, hasta que queden 14p. de cada lado.
Volver tejiendo hasta el final. Con hilo elástico, cerrar todos los puntos para ajustar el borde. Coser la suela y la parte de atrás, Hacer otro igual.

(Tomado de la Revista Plena- Ajuar del bebé)

Motivos de llanto del bebé

Comparto fragmentos de un artículo encontrado en Babysitio.
Extracté las partes referidas a malestares emocionales. Más sutiles y difíciles de diferenciar que las típicas razones físicas de llanto en los bebés. Están clara y sencillamente explicadas. Me pareció que valía la pena transcribirlo, a pesar de ser extenso.
Si quieren leerlo entero, pasen por el enlace.

"Los niños pequeños tienen necesidades primarias que son esenciales para su supervivencia y felicidad. Tan necesario como mantenerlos calentitos, limpios y secos, es hacerles sentir que son amados y deseados. Las formas de demostrárselo son infinitas. El contacto cuerpo a cuerpo es vital. Los arrumacos y caricias serán el inicio de un vínculo afectivo que se fortalecerá con el tiempo y serán las primeras causales de sus expresiones afectivas.Los recién nacidos comienzan a confiar en su madre al darse cuenta que la angustia que provoca la sensación de hambre es aplacada regularmente por la leche que su madre le entrega. Además esta ceremonia del amamantamiento está acompañada con caricias y miradas que rápidamente asocia con sensaciones de bienestar.Todos los niños deben tener infinitas oportunidades de disfrutar el mundo que los rodea, y en la medida que vaya creciendo, es nuestra obligación como padres estimularlos e incentivarlos para que lo exploren. (...)
Los niños pequeños expresan sus emociones directa e inmediatamente, y el llanto es la forma más frecuente de comunicar sus necesidades a aquellos que se encargan de sus cuidados.Los bebés no esconden sus emociones como nosotros, los adultos. Si está con algún problema físico o emocional, enseguida comienza a llorar.El llanto de un bebé se caracteriza por ser potente y penetrante, por lo que es imposible de ignorar. Un niño que llora no debe ser desatendido, porque el llanto puede estar indicando problemas vitales importantes en su salud. Con el paso del tiempo notarás la diferencia entre el llanto que inicialmente puede haber sido por hambre o ganas de estar en tus brazos, y que se transforma, si no lo reconfortas, en un llanto de frustración que es mucho más difícil de calmar. Todos los niños son únicos, pero todos tienen un mismo "lenguaje" cuando hablamos del llanto. (...)

A continuación algunas de esas razones.

El hambre (...)
La inseguridad
Un bebé que siente inseguridad se calma automáticamente al ser levantado de su cuna y arrullado. El sentimiento de inseguridad aparece porque el bebé pasó nueve meses en una "casa" que le proveía automáticamente de todas sus necesidades y adonde era mecido regularmente cada vez que te movías. Además estaba en un lugar de temperatura constante y siempre muy apretadito y contenido dentro del vientre materno. De tanto en tanto querrá volver a tener las mismas sensaciones que le ofrecía la seguridad de tu útero que ahora, en este nuevo mundo, desconoce.

El sentimiento de seguridad es tan vital como la alimentación, y si se le brinda en abundancia durante la infancia, redundará en muchos beneficios en la vida futura de tu bebé. Los niños que son separados de sus madres por partos complicados o por enfermedades, son particularmente sensibles y necesitan de cuidados especiales de sus padres hasta que recuperen su "sentimiento de seguridad".
Los cólicos (...)
La incomodidad
El calor o el frío pueden ser causa de llanto, lo mismo que el tener húmedos los pañales o irritada su colita. Las picaduras de insectos también son otras de las causas de incomodidad, ya que el bebé no es lo suficientemente maduro como parar rascarse o defenderse por sí solo.
Las enfermedades (...)
La demostración de emociones
Como los adultos, los bebés también necesitan manifestar sus sentimientos y generalmente toma la forma del llanto.Algunos necesitan un par de meses para tranquilizarse o asentarse, y otros muchos meses más. A veces necesitan de mucha actividad física para gastar toda su energía, y el estar quietos los intranquiliza y los hace llorar. En estos casos son muy buenos los masajes y los juegos.La mayoría de estos niños comienzan con el llanto a partir de las 5 de la tarde, que es cuando la energía de los padres está en su nivel más bajo. Trata de descansar en lo posible durante las horas de la siesta para recuperar energías. Si puedes, sácalo a pasear o báñalo antes de que llegue el horario que habitualmente se pone más fastidioso.
El humor materno
Las madres y sus bebés están muy relacionados, y a veces los cambios de humor son contagiosos. Si estás triste, preocupada, tensa o irritable, tu bebé puede sentir lo mismo y expresarlo mediante el llanto. Si estas situaciones te suceden frecuentemente, haz un esfuerzo consciente y trata de respirar hondo varias veces y tranquilizarte. Puedes pedir ayuda transitoria a algún familiar o una amiga que se haga cargo de tu bebé por un momento y sal a caminar un rato. Estar en contacto con otras madres en tu misma situación a veces ayuda mucho.
Cuando el llanto se transforma en una crisis
El llanto incesante puede llegar a hacer desesperar a los padres más amantes de sus hijos. A veces los bebés continúan llorando aún después de que sus padres intentaron de todas formas consolarlo. Si ya estás cansada y comienzas a angustiarte, el llanto continuo puede llevarte a un estado de desesperación y frustración que puede ser peligroso, porque puede generar una sensación de impotencia con tu bebé. Estos sentimientos son frecuentes en los padres primerizos y aparecen cuando están exhaustos. Trata de evitar llegar a este estado, descansando todo lo que te sea posible. Cuando tu bebé duerma, descansa y recupera fuerzas para cuando esté despierto y reclamando tus atenciones. Si tienes la posibilidad de entregar al bebé por unos momentos a otra persona (abuelos, hermanos o amigos), tómate un breve descanso y verás que todo retoma su curso natural. Si no tienes la ayuda de otra persona intenta llevarlo de paseo en su cochecito o en auto, esto muchas veces lo distrae y se calma rápidamente. (...) En estos casos recuerda que cuando hay una gran tormenta es importante saber sobrellevarla, ya que finalmente pasa y un nuevo día comienza...

Jardín: Segunda semana

La segunda semana de Jardín de mi hijito fue bien, no tanto como la primera. Pero bien.
Después de empaparnos el jueves y de una semana muy ajetreada y llena de novedades.
Él y yo nos resfriamos. Por suerte, nada para preocuparse, pero un par de días, nos quedamos sin ir al jardín.
El martes de una y otra semana visitamos doctores.
Fuimos a ver a un traumatólogo infantil, por el tema del pie plano. Efectivamente lo tiene, así que tendrá que usar plantillitas.
El martes siguiente fuimos a la nueva pediatra (es la segunda vez que vamos). Quien le cae a F. más que bien. Y nos tranquilizó al confirmar que eran sólo mocos.
Así retomamos recién el miércoles el jardín, con muchas ganas.
Ese día una de las docentes me comentó que le había pedido a F. que ayudara a un nene que lloraba. Y me contaba lo bien que lo había contenido.
Al otro día, F. no quería ir, lloro un poquito al entrar. Creo que fue mucho para él.
Pero al día siguiente, ya viernes, todo volvió a la normalidad.
Y ayer, sábado, se puso el cartelito-pez con su nombre, que le regaló la seño...y quería ir...
Así que...creo que todo marcha. Esta semana ya irá tres horas.

7.3.07

Un básico de los muñecos tejidos


Gusano tejido tubular.

Lo comencé desde la cabeza tejida en medio punto. Las antenitas las hice a partir de una cadena sobre la que tejí una vuelta de medio punto, hasta retomar donde la había comenzado. Finalizada la cabeza, empecé a tejer en punto vareta, para darle el efecto de franjas. Y cerré el cilindro, a modo de cola también en medio punto.
Los ojos son un par de botones y la boca sonriente la bordé con la lana naranja. En las puntas de las antenitas cosí un par de cascabeles. (no se ven porque no están, se descosieron...) Está relleno con bolsas de polietileno cortadas en tiras. Que además de ayudar a reciclar, hace un lindo ruidito.

Primeros días en el Jardín

El de las zapatillas y medias inmaculadas, sentadito con las piernas extendidas, es mi hijito en su primer día de Jardín.
Están siendo saludados por Laura, la docente a cargo de la salita de tres. Una mujer joven, longilinea, que impresiona a primera visa, mucho más enigmática de lo que es. En la entrevista individual conocí a una persona muy sensible y delicada. Me cae muy bien. Y eso me tranquiliza bastante.
F. está contento. Y algo emocionado.
Está entusiasmado con la decoración de la sala, que es con animales del mar. Al punto que ha apodado "submarino" al Jardín.
Quiso llevar un gallo (regalo de cumple de los abuelos) que llevaba abrazado. (Era el único que llevaba algún juguete).
Ayer fue su primer día en la salita, solo. Ya que se quedó contento así que no requirió que me quedara con él. Los nenes estaban en general, tranquilos y contentos. Poquitos, no más de 3 o 4, necesitaron a sus mamás para aceptar quedarse en la salita. No los dejan llorar. Llaman a sus mamás inmediatamente. Eso me gusta. Y las mamás también son bastante cuidadosas y se preocupan mucho por que sus nenes estén bien. Eso también me gusta.
Al salir, tuvimos este diálogo con mi hijito:
F:-Estoy contento que viniste, mamá.
Yo:-Qué bueno!
F: -Antes estaba triste yo.
Yo: -Estabas triste? Pero no llorabas...
F: -Bueno, estaba contento...pero te extrañaba. Esta lindo el jardín.
También me contó, con entusiasmo, cuando le pregunté que hicieron:
Jugamos con masa amarilla.
Una nena lloraba, le dieron masa amarilla y se puso contenta. La ayudaron.
Jugué al "águila blanca de la nieve". Que pateaba los autos. Tiene garras.
(Eso lo vi, porque fue en el patio, mientras jugaban todos con autitos, el sobrevolaba las rutas y pateaba los autos...ups!!)
Esta mañana volvió a decirme: Estoy contento con el jardín. Me gusta. ¿Después vamos?
Yo también estoy contenta. Es nuestro tesoro...y lo estamos confiando a otros. Vamos bien!

6.3.07

En curso...

Acabo de inscribirme en un par de cursos.
La verdad es que estoy contenta.

Me di cuenta que sería la actividad ideal para tardes "cortadas" por las idas y vueltas al jardín de mi hijito: Es-tu-diar...
Además... hace rato tenía la inquietud de capacitarme en alguna especialidad dentro de mi profesión. Y darle un nuevo impulso.
Así que el mes próximo retomo mi vida estudiantil, que tenía relegada desde que me recibí hace cuatro años atrás.

Los temas?
"Psicoprofilaxis obstétrica" en la UBA. Es la universidad del estado, tiene una duración de un cuatrimestre. (Forma parte de un programa de formación interdisciplinaria en psicoprofilaxis)
"Especialización en Clínica de la primera infancia"(Estimulación temprana, neonatología y multidiscapacidad) en un instituto privado, anual.

Como verán, ambos nutrirán ampliamente la temática de este blog.
¡Ya les contaré!

Barra de juego pajarera!!

Esta colorida barra de juego para colgar en el coche o cuna, la hice para mi sobrinito. Como podrán observar está compuesta de un palo "vivorita", dos pequeños comederos (realizados forrando capsulita de huevito con sorpresa), que cuelgan de ambos lados.
Dos argollas de madera-de las de cortinas-colgadas mediante una cinta, y a los lados dos trozos de cordón-para atarlo-. Finalmente un pajarito que se ha posado en el travesaño superior en busca de alguna semillita.
Todo en medio punto como ya habrán visto.
Espero que les guste!

5.3.07

Palabras para él...

Siempre que me pongo a hablar de él, aflora en mi la emoción.
Porque nuestro encuentro fue maravilloso e inesperado, porque hubo tanta "quimica" como dicen, desde nuestro primer cruce de miradas que...bueno...fue increíble.
Porque aún recuerdo la primera noche que pasamos juntos, que no fue de pasión, sino de sesuda charla. En la que él por supuesto, intentó besarme.
Y yo lo saqué "carpiendo" por apurado.
Después de ese primer día, vino el segundo, en el que me pidió ser su novia.
La seguridad y confianza que me daba, me impulsaron a improvisar un si, a mi, tan reflexiva y previsora.
Y así nuestra historia juntos, sembrada de milagros y preciosas coincidencias, de enriquecedoras diferencias, la siento llena de ternura y amor.
Estoy convencida, desde que encontré a este maravilloso hombre, que hoy cumple años, que el amor puede ser para toda la vida.
Que lo cotidiano, no desgasta sino que enriquece y agudiza la habilidad para vivir nuevamente, de un modo enteramente distinto las cosas más sencillas y simples. Y las más trascendentes.
Él me hecho tan feliz como mujer y esposa...
Me hecho tan plena como madre.
No puedo imaginarme un compañero más bueno, más comprensivo, más paciente, más esperanzado, más inteligente que él.
Como hombre, como padre de nuestro hijito F. Y de los que vengan...
Desde que él irrumpió en mi historia, muchas penas y heridas quedaron atrás.
Hoy que algunas nubes grises vuelven a mi vida, y él sigue aqui. Firme y tierno; acompañandome. Dándome consuelo y esperándome en mi tristeza.

Feliz cumpleaños!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Gracias mi amor, y espero hacerte feliz, muy feliz!
¡¡¡¡Dios te bendiga!!!!

Artículo Interesante 4

Última entrega del artículo de la Lic. Paula Cavanna.

"Cómo crear vínculo

Poner al bebé al pecho, acunarlo, amamantarlo, acariciarlo, hablarle suavemente, sonreírle, cuidarlo, protegerlo, son actitudes que promueven la experiencia del vínculo.
Los investigadores de estas temáticas, consideran que el factor más importante en la constitución del apego es el contacto físico positivo -expresado por las actitudes mencionadas anteriormente- ya que éste causa respuestas neuroquímicas en el cerebro que permiten que los sistemas cerebrales responsables del apego se desarrollen normalmente.

Durante los tres primeros años de vida el cerebro alcanza el 90% del tamaño adulto y coloca en su lugar la mayor parte de los sistemas y estructuras que serán responsables del funcionamiento emocional, conductual, social y fisiológico para el resto de la vida. Por eso las experiencias de vinculación repetitivas durante la infancia proveen una base sólida para futuras relaciones saludables.

Por el contrario, la inconsistencia del vínculo emocional o la falta de satisfacción de estas necesidades básicas de sostén, afecto y reconocimiento, generan conductas de ansiedad y desconfianza de los bebés hacia sus cuidadores. Los bebés pueden reaccionar a esta situación de múltiples maneras, que influirán ciertamente en la consolidación de un modelo de vinculación que luego harán extensivo al resto de sus relaciones.

Que los niños se queden quietecitos en la cuna, que duerman toda la noche, que se valgan por sí mismos, son conductas que fomentamos para comodidad de los adultos, pero no son evolutivamente normales para niños pequeños. Si nuestros hijos pasan largas horas en compañía de extraños, ensayan intentos de enfrentar el mundo lejos de los brazos de mamá, hacen lo posible por dormirse en su cunita, están haciendo el máximo esfuerzo para acomodarse a un mundo adulto que dispone de pocos instantes para conectar con ellos. Son ellos quienes, a pesar de su pequeñez y su inmadurez, están sosteniendo nuestras necesidades, y aceptan sin rencores que en nombre de las buenas costumbres, les tildemos de caprichosos y malcriados.

CUANDO NOSOTROS ESTEMOS MENOS OCUPADOS, ELLOS ESTARÁN DEMASIADO GRANDES..."

(Lic. María Paula Cavanna.)

Artículo interesante 3

Tercera entrega del artículo de la Lic. Cavanna. Para reflexionar y disfrutar...

"La cultura del desapego

El apego y el desapego son pautas culturales. En aquellas culturas que funcionan comunitariamente, se necesita criar a los niños de modo que sean solidarios, capaces de compartir, generosos, para que puedan priorizar el bien común del grupo.
En culturas como la nuestra, se necesita que los niños sean independientes, y que aprendan a autoabastecerse, porque al llegar a adultos, importará la competitividad, el individualismo, el éxito personal y el poder.

Por eso se necesita comenzar desde temprano. Separar a los bebés de sus madres precozmente, que aprendan rápidamente a sostener su biberón para que quienes lo cuidan no tengan que estar tan atentos; que se adapten a las canguro o a las guarderías sin llorar; que duerman solos toda la noche; que jueguen sin compañía; que dejen rápido los pañales; que se queden a dormir en casas de parientes o amigos, etc.

Desde luego que estos requerimientos están pensados desde un mundo adulto que necesita rápidamente volver a la “normalidad”, hacer de cuenta que “aquí no ha pasado nada”, y amoldar a este bebé al ritmo de vida que tenía la casa antes de su llegada.
Si pudiéramos relatar en primera persona un día en la vida de un bebé, teniendo en cuenta que sus necesidades básicas incluyen brazos gran parte del día, teta a demanda y presencia materna constante, comprobaríamos sorprendentemente que la mayor parte del tiempo, estas personitas de escasas semanas de vida-o incluso días-, postergan o renuncian a sus necesidades para hacernos el favor de permitirnos continuar con nuestra vida adulta: duermen solos en su cunita una o dos horas, se quedan en la guardería, aceptan un trozo de silicona –sin duda una mala imitación del pezón de mamá- para succionar, y nos esperan durante horas mientras hacemos nuestros quehaceres, o cumplimos con nuestra jornada laboral.
Algunas mujeres sienten una gran preocupación por retomar su vida social, su silueta, sus actividades recreativas, su vida amorosa, y para esto es necesario que el bebé se esté quietecito, que duerma mucho, que no llore, que juegue solito y que se relacione con cualquier persona que esté dispuesta a quedarse a su lado.

Esto es lo que se espera de un bebé casi desde las primeras semanas de vida.

Si entendemos esto como “criar”, por supuesto que cargar al bebé en brazos, amamantarlo, dormir en la misma cama con él y satisfacer sus necesidades, será “malcriarlo”. Porque una vez que se ha dormido plácidamente en los brazos de mamá, y se ha abierto un ojo entre sueños y ella sigue estando allí, y al abrir la boca se encontró con su pecho dispuesto a cobijarlo y así se ha pasado todo el día, es lógico, comprensible y hasta esperable, que ningún bebé quiera conformarse con menos!!!

Los adultos también necesitamos abrazos. Nos demostramos el afecto con caricias, con besos, con miradas, con palabras cariñosas. Nunca dejamos de necesitar este tipo de comunicación".

4.3.07

Artículo interesante 2

Segunda entrega del artículo de la Lic. Paula Cavanna (Psicóloga y autora del sitio UPA)

(...)"Un aspecto fuerte dentro de quienes desaprueban el contacto estrecho con los bebés o la satisfacción de sus necesidades, es el fantasma de la dependencia que le generará al bebé estar en brazos, tomar teta, compartir la cama con sus papás, etc. Veamos un poco de dónde surge esta idea.

El apego

Esta dependencia de la que venimos hablando, tiene un nombre en la literatura psicoanalítica, se llama apego.
El apego es la capacidad de formar y mantener relaciones. Como el ser humano vive en comunidades y es interdependiente de los otros seres humanos, es importante que aprenda desde pequeño a establecer lazos con los otros, y para preservar la especie, éstos deben ser estrechos y estables.
Estos lazos otorgan bienestar, seguridad, consuelo, placer…
Y la amenaza de pérdida del objeto al cual nos hallamos apegados, provoca ansiedad, angustia, temor.

La primera relación de apego que desarrollamos luego de nacer, es aquella que se da con nuestra madre. En el momento del parto, mamá y bebé segregan hormonas –opiáceos- que les facilitan –en condiciones de intimidad y contacto físico- este sentimiento de dependencia mutua, de fusión que ambos necesitan.
En condiciones naturales, una mamá que acaba de parir, abrazará a su bebé, ambos se mirarán a los ojos, emitirán sonidos, ella comenzará a acariciarlo suavemente, primero por las extremidades, y luego de a poco se estrecharán e intentarán mantener este contacto piel con piel durante todo el tiempo que les sea posible. La madre no puede dejar de mirar a su bebé con los ojos bien abiertos, le hablará con un tono de voz agudo pero de baja intensidad, con una gran sonrisa, y en pocos instantes este bebé estará listo para reconocer el olor de su madre de entre muchos otros olores, para diferenciar su voz, y se calmará mucho más rápidamente si es acunado por ella y no por otra persona.
Durante estas dos primeras horas de vida, el bebé estará en un estado de alerta máximo que no volverá a repetirse hasta que hayan pasado algunos meses. Será incluso capaz de imitar expresiones del rostro de una persona que establezca un contacto visual directo con él a una distancia desde donde pueda verlo. Todo está preparado hormonalmente para que esta mamá y este bebé se enamoren el uno del otro, y desarrollen una fuerte dependencia mutua.

Sin embargo, en la gran mayoría de los casos, estas primeras horas son utilizadas para realizar los primeros controles del recién nacido, a cargo de extraños, rodeados de estímulos luminosos, sonoros, y también dolorosos e invasivos. Todos ellos evitables o por lo menos, postergables.

Naturalmente, tanto si se produjo esta separación como si no, mamá y bebé querrán estar juntos, reencontrarse, reconocerse, estrecharse y mantenerse muy cerca el uno del otro.
Ese bebé que hasta hace unas horas era parte del cuerpo de otra persona, cuyo cuerpo estaba en contacto con un líquido tibio, con sonidos y movimientos, se encuentra perdido en una cuna, lejos de todo lo conocido y por ello llorará intentando recuperar aquellas sensaciones reconfortantes.

Esta relación primera, será el modelo sobre el cual se edificarán todas las posteriores relaciones del niño. Si cada vez que necesitó consuelo lo obtuvo, si cada vez que necesitó a su madre la encontró, si sus necesidades de afecto y cobijo fueron atendidas, será un modelo que quedará incorporado como reasegurador, confiable, y cuando llegue el momento de comenzar a independizarse, siempre le resultará mucho más fácil si sabe que ante cualquier ansiedad o angustia, mamá estuvo allí".

Artículo Interesante 1

Les haré llegar en varias entregas, un artículo escrito y generosamente compartido por la Lic. Paula Cavanna.

"EN BRAZOS: la importancia del contacto físico y del apego

Biberones, chupetes, cochecitos, cómodos sillones regulables, adaptadores para el auto y la bicicleta, cunas transportables, desarmables, sofisticados accesorios con sonidos, colores, formas...sin duda alguna la industria ha diseñado todo tipo de implementos para transportar, alimentar, dormir, entretener y estimular a nuestros bebés.
En unas pocas décadas se nos han vuelto necesarios, imprescindibles. Se han ligado indisolublemente a la imagen del bebé sano y feliz. De algún extraño modo hemos conseguido que hoy, un bebé que no usa chupete, que toma el pecho o va en brazos de su madre sea la excepción y no la norma. Es tan inusual, que quienes optan por una crianza con apego y con respeto por las necesidades de los bebés, se ven amenazados por toda clase de teorías y condenas que aseguran que su hijo no está sano y que, de no intervenir a tiempo, las consecuencias serán muy graves.
Brazos, ¿hasta cuándo?
La mayoría de los bebés comienzan a andar alrededor de los 12 meses de vida. Dan unos pocos pasitos y la familia contenta celebra que “ya camina”.
Sin embargo, pasarán aún un largo par de años hasta que este niño que hoy a tientas logra mantenerse unos segundos en pie, pueda caminar sin perder el equilibrio, correr, sostenerse en un solo pie, retroceder, detenerse de pronto. De modo que caminar, lo que se dice caminar, es algo que se aprende completamente pasados los 3 años de vida. A pesar de esto, todos sabemos que aún luego de esa edad, los niños se cansan con gran facilidad y piden brazos.
O sea que desde el aspecto físico, los niños necesitan ser cargados en brazos por lo menos para trasladarse de un lado hacia otro hasta que estén en condiciones plenas de hacerlos por sí mismos.
En la práctica, nuestros hijos piden brazos por muchos otros motivos además del que acabamos de mencionar: al estar cansados, con sueño, cuando se lastiman, se asustan, se intimidan, se cansan de mirar el mundo a la altura de rodillas y patas de las mesas, e incluso por motivos que sólo ellos conocen.
En estos casos, nunca falta una tía (con las mejores intenciones, claro), una suegra, una vecina o incluso una perfecta desconocida, que se siente en el deber de alertarnos: “lo vas a malcriar”.
Esta sentencia abre varias cuestiones que podemos analizar.
La primera de ellas es la creencia de que estar en brazos es algo que no debe ocurrir, y desde luego NUNCA en una “buena” crianza. Es algo malo, que se hace para darles el gusto a los hijos, y parece imposible que para los papás resulte placentero o lo disfruten.
Otra cuestión interesante es la idea de que si le das algo a tu hijo que le gusta, luego nunca dejará de pedirlo. Parecería que los bebés fueran adictos en potencia, que una vez que satisfacen sus necesidades con algo, no podrán dejar de pedir más. Personalmente, no he visto niños con problemas para dejar el cochecito o la sillita del auto cuando están maduros para ello. Y tampoco niños de 10 años pidiendo ser alzados en brazos. En algún momento de la evolución, simplemente dejan de pedir lo que ya no necesitan.
Las edades que tomamos como referencia para el desarrollo de nuestros hijos, están puestas de un modo arbitrario y no coinciden con la realidad por mucho que intentemos forzarlos.
Otro mensaje que se desliza en estas sentencias es que el niño no necesita estar en brazos, lo pide sólo para molestar, o por capricho, o porque nos “tomó el tiempo”.
Evolutivamente, un niño de tan corta edad, no tiene capacidad de elucubrar un plan tan especulativo, ni puede aprender el concepto de tomar ventaja, de aprovecharse de los demás.
Las cosas para ellos son más simples: me siento cansado, triste, inseguro, y busco refugio en el lugar que me da más tranquilidad, junto al corazoncito de mamá, entre sus brazos, acurrucado. La intención es clara y sencilla: pido aquello que necesito". (...)


Lic. Paula Cavanna (Psicóloga y autora del sitio UPA - Si tienen un rato, no dejen de visitarlo tiene material sobre crianza con apego muy bueno-)