Aunque yo no disfruto casi nada de la jardiería, admiro a los que si... en casa las plantas crecen como y donde quieren. (y pueden)
"Mírenme, soy feliz entre las hojas que cantan cuando atraviesa el jardín el viento en monopatín. Cuando voy a dormir cierro los ojos y sueño con el olor de un país florecido para mí. Yo no soy un bailarín porque me gusta quedarme quieto en la tierra y sentir que mis pies tienen raíz. Una vez estudié en un librito de yuyos cosas que yo sólo sé y que nunca olvidaré. Aprendí que una nuez es arrugada y viejita pero que puede ofrecer mucha, mucha, mucha miel. Del jardín soy duende fiel; cuando una flor está triste la pinto con un pincel y le pongo el cascabel. Soy guardián y doctor de una pandilla de flores que juegan al dominó y después les da la tos. Por aquí anda Dios con regadera de lluvia o disfrazado de sol asomando a su balcón. Yo no soy un gran señor, pero en mi cielo de tierra cuido el tesoro mejor: mucho, mucho, mucho amor."