4.12.07

Cuando los hombres toman un bebé

De un tiempo a esta parte tuve oportunidad de observar varios hombres teniendo sus hijos pequeños en brazos.

Y realmente, me conmoví bastante.

Me acordé en primer lugar de mi esposo y su actitud con F. de bebé.
Que me resultó tan maravillosa, tan admirable, tan novedosa, tanto que me hizo enamorarme de él aún más desde que es padre.

Y en éstos hombres cercanos vi también...
Esos brazos que parecen más fuertes y a la vez como flexibles y gráciles.
La mirada que se ablanda y enternece.
Se paran distinto, hablan dulce.
Miran en silencio y a los ojos.
Acarician lento.
Levantan alto.
Giran y ríen.

Para complementar nuestras propias sensaciones femeninas frente a nuestros hijos y nuestra posición "privilegiada" en la procreación, está bueno, de vez en cuando, mirarlos a ellos, nuestros compañeros, nuestros maridos, nuestros amigos, nuestros parientes, nuestros médicos, para darnos cuenta que ellos también pueden conectarse y admirar. Disfrutar y desarmarse. Cambiar y crecer. Abrirse y sostener. Cuidar y proteger. Cobijar y contener...

No todos son iguales, ya lo sé.
Pero ultimamente ando con suerte!

3 comentarios:

Vivi Briongos dijo...

Me vino inmediatamente a la cabeza el padre de mis hijos primero, con su amor y dedicación incondicional, fundamentalmente con Lula que a nacer de un tamaño relativamente normal (3,650 kg) entraba perfectamente en el antebrazo de su padre acostadita y ahí dormía plácidamente... Ya Valen con un kilo más era un poquito más difícil... :) Y después el amigo de Nika y su familia que llegó con su hijito recién nacido el otro día mientras retozábamos en el jardín... Bella imagen la de ese papá y su bebé.
Besosssssssss.

Rosana dijo...

El padre de mis hijos es de una talla robusta, sus manos son grandísimas! Pero todo parece del tamaño justo cuando los abraza. Me emociona observarlo a la distancia cuando habla com Mateo o cuando la acuna en su pecho a Matilda. Disfruto muchisimo contar con él como padre de mis hijos.
Besos

Anónimo dijo...

Bellísimo comentario el tuyo.
Doblemente feliz es un padre cuando puede tener a sus hijos entre sus brazos y recibe esa mirada enamorada de su retoño, y también de su pareja.
Un saludo desde www.serpadrehoy.blogspot.com