Del pediatra español Carlos González, de su libro: "Bésame mucho", en su epílogo.
Tengo que decir que me emociona especialmente este fragmento. Aunque todo el libro es hermoso e instructivo.
(...)"Yo, por mi parte, recuerdo una tarde, creo que era domingo, cuando tenía unos doce años. Vagaba aburrido por la casa. Mi madre me atrapó y me dijo: «Ven, siéntate aquí, en mis rodillas, como cuando eras pequeño. Imagino que debí morirme de vergüenza, pero no logro recordar esa vergüenza.
Recuerdo, en cambio, que empezó a cantar muy suavemente:
Arrorró, mi niño chico,
que viene el coco y se
lleva...
Apoyé mi cabeza en su seno y me invadió una paz infinita. Casi me quedo dormido. Era como volver a tener dos años.
La mayoría de la gente no recuerda nada de su primera infancia. Yo sé lo que siente un bebé en brazos de su madre porque tuve el enorme privilegio de volver a ser un bebé durante media hora, a los doce años.
Todas estas historias tienen algo en común. Los días más felices de nuestra infancia son aquellos en que nuestros padres (o nuestros abuelos, hermanos o amigos) nos hicieron felices.
Incluso cuando nos parece que nos hizo feliz un tren eléctrico,si miramos mejor siempre hay personas detrás: los padres que nos lo entregaron con una sonrisa o con un elogio, el hermano con el que compartimos (no siempre de buen grado) el tren...
Eramos hijos y ahora somos padres. Han pasado tantos años, pero tan poco tiempo, que a veces nos sorprendemos con los papeles cambiados. De pronto vemos nuestra propia infancia y a nuestros propios padres con una nueva luz.
Miramos a nuestros hijos y nos preguntamos qué día, qué frase, qué aventura quedarán grabadas en su memoria para siempre; qué dolores quedarán clavados en su alma y qué alegrías
guardará como un tesoro.
Los días más felices de su hijo están por venir. Dependen de usted".
6 comentarios:
es asi tal cual.
quiero leer ese libro me lo voy a comprar, si hoy para de llover.
cariños
cyn
Qué bello! Buscaré ese libro, me ha conmovido... es cierto mis recuerdos bonitos no son de cosas, son de momentos... de momentos simples.
Para mí lo más hermosos era que me dedicaran tiempo... mis padres trabajanban y yo ansiaba que llegara su día libre porque era el únic día que salía con mi mamá y cogidas del brazo me llevaba a la librería y paseábamos, merendábamos.. pero qué poco dura la felicidad y cuando miras atrás piensas que no le diste la importancia que se merecía...
Hoy estoy lejos de mis padres y aquellos hermosos días del ayer vienen a mi memoria y llenan de lágrimas mi corazón. Pero cada día, aunque sea un ratico, trato de darles un poquito de mi tiempo y mucho amor a mis hijos, aunque ellos me digan que soy una fastidiosa, besucona... puede que no lo olviden y cuando se hagan adultos, sientan ese sabor agridulce que traen los recuerdos... Y el ciclo vuelve a comenzar, con sus hijos....
Disculpa, me puse ñoña... Un abrazo
Por favor, Jenny, no digas eso. Te pusiste tierna.
Hola Mariana:
Me encantó quiero ver si consigo el libro.
Sabes que?, soy una de las que no recuerdan casi nada de la niñez... que ganas de volver a tener nuevamente dos años!!!
Me presento: Soy Mariana (Maru), mamá de Nicolás.
A menudo me pregunto cuales serán los recuerdos de mi hijo (tiene 4 años)es todo un misterio...
Mis recuerdos pasan por momentos simples, como dice el autor: papá y yo plantando un arbolito (hoy es un señor árbol), mamá curando mi quemadura, el auto antiguo del abuelo Salvador...
Mi hermana no puede creer que me acuerde de cosas que viví cuando tenía 1 o 2 años!
Gracias por llevarme a este rinconcito de mi vida!
Recuerdo ese fragmento...
ultimamente no paro de recomendar "mi niño no me come" tambien de Carlos.. me da una penita el sufriento de muchos "tanden madre-hijo" por la comida...sobre todo de los pequeños claro que son los que lo sufren y lo sufriran en sus carnes..
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