14.9.07

"Quiéreme cuando menos me lo merezca porque será cuando más lo necesite"

El título de esta entrada es la síntesis de la visión de este artículo de Rosa Jové, sobre las rabietas. Del cual les traigo un extracto.
Como siempre, este sitio: "Dormir sin llorar", con artículos muy atinados.
Si tienen tiempo y ganas dénse una vuelta.

"¿Qué hacemos ante una rabieta?

La mejor manera de superar las rabietas la resumo en cinco puntos.

1- Comprendiendo que el niño no pretende tomarnos el pelo.
Esta simple convicción hará que seamos más flexibles con ellos (y por lo tanto se evitan muchos conflictos). Solamente pretende mostrarnos su identidad diferenciada.

2- Dejando que pueda hacer aquello que quiere. "

¿Y si es peligroso o nocivo?" -me preguntareis-. Evidentemente lo primero es salvaguardar la vida humana, pero los niños raramente piden cosas nocivas. (...) El hecho de que quieran llevar una ropa diferente a la que nosotros queremos puede que atente contra el buen gusto, pero raramente atentará contra la vida humana. Lo mismo pasa con alguna golosina o con otras cosas.
Si usted es un padre que vigila que el entorno de su hijo sea seguro, es difícil que pueda pedir o tocar algo nocivo para él. El hecho de el niño pueda experimentar el resultado de sus acciones sin notar el rechazo paterno hará que no se sienta mal ni ambivalente (y, de paso, evitamos la rabieta).

3- Evitando tentaciones.

Los comerciantes saben perfectamente que los niños piden cosas que les gustan (por eso en los grandes supermercados suelen poner chucherías en las líneas de caja) ¿Acaso pensaba que el suyo es el único niño que montaba en cólera por una chuchería? Si su hijo es de los que pide juguetes cuando los ve expuestos o chucherías si las tiene delante ¿Qué espera?. Intente evitar esos momentos o pacte con él una solución. Si los mayores nos rendimos muchas veces a una tentación ¿Por qué pensamos que un niño puede contenerse más que nosotros?

4- Podemos expresar nuestra disconformidad, pero no atacamos la personalidad del niño o valoramos negativamente su conducta.

Es decir, mi hijo no es más bueno o malo porque ha hecho una cosa bien o no. Mi hijo siempre es bueno, aunque a veces yo no le entienda o no me guste lo que ha hecho.

5- Las rabietas se pasan con la edad.

Es decir, llega un día en que el niño adquiere un lenguaje que le permite explicarse mejor que a través del llanto y las pataletas. También llega un día en que sabe lo que "es" y "quiere" y lo pide sin llevar la contraria a nadie. Llega un momento en que, si no hemos impedido sus manifestaciones autónomas y de autoafirmación, tenemos un hijo autónomo, que sabe pedir adecuadamente lo que quiere porque ha aprendido que nunca le hace falta pedirlo mal si su petición es razonable. ¿Cómo hacer que llegue antes este momento en que finalizan las rabietas? Por una parte hemos de procurar que en la etapa anterior (la del apego que explicábamos al principio) el niño esté correctamente apegado: un niño inseguro tardará más en pasar esta etapa de independencia. Así que si quiere que su hijo sea autónomo, mímele todo lo que pueda cuando sea pequeño. Para adquirir la independencia se necesita seguridad y la seguridad se adquiere con un buen apego. Una vez haya llegado a la etapa de las rabietas, hemos de intentar que se solucionen cuanto antes. Nada de esto se dará si coartamos su deseo de separarse de nosotros, ya que lo único que se obtiene "intentando" que no se salga con la suya es un niño sumiso o rebelde (depende del tipo y grado de disciplina o autoridad empleada). Normalmente si les "ignoramos" suelen volverse más sumisos y dependientes (otro día os explico los mecanismos psicológicos de ignorar conductas), aunque lo que vemos es un niño que se doblega y "parece" que mejore en sus rabietas. Pero la causa que provoca esa rabieta sigue en él y se manifestará de otra forma (ahora o en la adolescencia). Sé que es difícil acordarse de todo ante una rabieta infantil. Sé que es difícil razonar cuando estamos a punto de perder la razón. Sé que es difícil, y por eso, ante la duda de no saber como actuar, intente querer a su hijo al máximo porque él lo estará necesitando, ya que las rabietas también hacen sentirse mal a los niños.

Aqui el artículo completo.

10 comentarios:

Vero Mom dijo...

te imaginaras que con una damita de tres años tu entrada me ha venido muy bien!

el sitio que recomiendas es muy interesante tambien.

gracias por compartirlo,

VeroMom

Ecazes dijo...

Me gusta esta señora Rosa.

Irantzu dijo...

Ya lo conocía, pero estuvo bueno volver a verlo para mandárselo a una amiga que siempre me pregunta sobre rabietas... gracias por ponerlo! :-)

JENNY dijo...

Muy bueno el artículo, tendré que tomar en cuenta unas cuántas cosas!!!

Besos!

Vivi Briongos dijo...

Muy bueno!
El otro día se lo pasé a una amiga y a mi también me vino muy bien releerlo!

Besossssssssssss.

Nika dijo...

Gracias!!! Realmente hace bien leer el "deber ser" cuando nuestra paciencia se ve superada. Veo que estamos todas en las mismas y siempre es bueno alguna que nos devuelva a la cordura.
Beso y gracias otra vez!!

Anónimo dijo...

me lo lei te pe a pa! y lo bien que siempre viene EL TITULO ME ENCANTO MAL!!
Cariños
Ale

♥ Titi ♪ dijo...

x"Quiéreme cuando menos me lo merezca porque será cuando más lo necesite""

que frase... Alguna vez la lei pero no recuerdo cuando.. No se como llegue al blog, me gusto, tb el post, el titulo me toco porque justamnte hoy no tengo un buen dia y tiene que ver con el titulo de alguna forma. Un beso!!! Gracias!

Jime... dijo...

Muy bueno elarticulo!
Eze es de hacer muchos berrinches, directamente explota cuando no le gusta algo, te tira las cosas por la cabeza... pero es así desde que nació, tenia apenas cinco días y en la consulta con el neonatologo le preguntamos si eso de que se tirara así para atrás con tantas ganas era "normal" (queriamos descartar una enfermedad mas que nada) y el neo nos dijo que era propio de él, de expresarse... y así es jajajaja
Con Eli no pasé tantos berrinches, alguno que otro, hoy en día (6años)aparece uno que otro, pero recuerdo que de chiquita le hacia yo los berrinches igual que ella y terminabamos jugando, revolcandonos por el piso... otras veces jugabamos a cambiar de roles y yo aprovechaba para hacer el de bebé berrinchudo (ja) y ahí como que ella entendía que no estaba buena esa actitud, al menos eso nos ayudó a entendernos mucho.
Con Eze necesito poner toda mi paciencia, algunas veces jugar y distraerlo resulta, otras no, pero bueno, a seguir ejercitando la imaginación, la creatividad y sobre todo la paciencia :)
Besos!!!!

Porelchocolate dijo...

que genial tu espacio, que genial!