15.7.06

Acudir al llanto del bebé no es malcriarlo

Quería escribir algo sobre este tema, y encontré este breve pero clarísimo artículo en: "Bebés y más".

"Muchos padres creen hay que dejar llorar a los bebés para que no se “mal acostumbren”. Que si acuden inmediatamente al llanto pueden estar malcriándolos más de la cuenta.
Pero nada más erróneo. Está demostrado que de hecho es positivo acudir cuanto antes. Según mi parecer, hoy en día creer que serán unos niños mal educados por cogerlos en brazos si lloran es un pensamiento un poco retrógrado.
El llanto del bebé siempre tiene un motivo, no llora porque sí. Si el bebé llora es por algo. Por lo tanto, si acudimos y lo consolamos no lo estamos mal acostumbrando, sino demostrándole que puede contar con nosotros ante lo que necesite.

Mal acostumbrando ¿a qué? ¿A que puede contar con sus padres si le duele algo, tiene frío, tiene el pañal sucio o simplemente si quiere un mimo…?
Por el contrario, atender lo antes posible a las necesidades del bebé refuerza su propia seguridad en cuanto a la capacidad de reclamar ayuda. Aprende así a confiar en los demás.
Además, está demostrado que los bebés a los que se responde el llanto con presteza, a la larga lloran menos".


Agrego algo -esto de mi cosecha-: El argumento típico (por ej. aqui), es que el bebé aprende a manejarnos. Las consecuencias de esta forma de pensar podrían ser que: Se interpreta cualquier manifestación emocional (el llanto lo es por excelencia) como un manejo. Se le quita al bebé el derecho a la expresión, se niega su voluntad de comunicación. Se le niega la satisfacción de necesidades básicas so pretexto de "educarlo", se prioriza la propia organización y voluntad de responder del adulto al bienestar del niño. Si llora, es por algo, puede ser por hambre, por algún dolor, por sueño, por sobreestimulación, por frio, por calor, por incomodidad, por necesidad de contacto o de upa, por angustia, por soledad, por necesidad de tranquilidad, etc.
No siempre lloran por un malestar físico, no siempre lloran igual y es bueno proponerse decodificar su primario código. Lo tiene, y sólo su mamá, bien conectada puede lograrlo, luego su papá - gracias a la mediación materna- y alguna figura maternante si la hay.

Dejo también un cuadrito muy interesante sobre que hacer para calmar llantos de bebés y creo que algunos sirven para adultos tambien. :) . Tomado del sitio de la Asociación Primal.


"Consejos para acompañar al bebé en su llanto:

-Coge a tu bebé en brazos, sostenl@ con calma, sin mecerl@ ni distraerl@, y no apartes tu atenta y comprensiva mirada de sus ojos.
-Trata de relajarte y sé consciente del amor que sientes por tu bebé.
-Háblale suavemente. Puedes decirle: “te quiero... estoy escuchando... puedes llorar tranquilamente en mis brazos”.
Déjale saber con palabras, que entiendes como se siente y quieres ayudarle a sentirse mejor.
-Observa tus propias emociones. Su llanto puede hacer vibrar tu propio llanto reprimido. Si necesitas llorar, hazlo. Dile que estás triste también.
-Toca sus brazos o su frente con ternura para reasegurarle de tu presencia física, intentando siempre no distraerl@ de su llanto. (Esto puede producir aún más llanto en tu bebé).
-Continua sosteniendo a tu bebé atentamente y con cariño hasta que deje de llorar de forma natural. (Las primeras veces, puedes calmar su llanto tras unos minutos, meciéndol@ y acariciándol@. Un bebé puede llorar mucho tiempo seguido, y en ocasiones con una intensidad sobrecogedora, pero si no le has permitido llorar libremente con anterioridad, necesitará 2 o 3 sesiones de “llanto controlado”)."

Aqui el artículo completo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo que han llegado a decir por aquí era que el niño no desarrollaría bien su capacidad pulmonar, por no dejarlo llorar. Mis familiares más directos me decían que debía dejarles llorar, sobre todo con Pablo, al ser el primero, después descubrieron que no iban a conseguir nada conmigo. Los llantos evolucionan y ahora lo hacen uno por llamar la atención, cosa que consigue, y el más pequeño por la rabia de no conseguir lo que quiere, aún así, y mira que se cabrea el muchacho y no quiere ni que lo toque, estoy a su lado apoyándolo. Desde que se calma volvemos a jugar y se acabó el malestar.
El otro día estaba en unos grandes almacenes y había un bebé con sus padres, era pequeñito y metido en su carro mientras lloraba sin parar, a cada rato los miraba y le decía a mi marido, ¿por qué no lo toman en brazos?. Las dos veces que pasaba por allí el niño lloraba y sólo conseguía que sus padres lo miraran con cara de preocupación y movieran el carrito. Me quedé con las ganas de decírselo pero no me pareció oportuno.