7.4.06

Cambios de hábito

Tarde rara la del miércoles...
Vine del trabajo mateando en el colectivo para matar la larga hora de recorrido y el hambre de las dos de la tarde. Me perdí mirando por la ventanilla el río gris.Había chicos corriendo en la orilla y mamás jugando con las mangas de los abrigos y ramas caídas. Había árboles diezmados por el incipiente otoño y aún verdes arbustos.Es mi última semana de trabajo.Llegué a casa y mi hijito se durmió. Me fui a atender al consultorio. Vuelvo y sigue dormido.
Él aún no llega. Él duerme.Estoy sola. Pienso. Miro por la ventana. Las nubes cubren el cielo y no sé darme cuenta si anochece o se avecina otra tormenta.
Me siento como la tarde.Un poco de nostalgia anticipada (si es que hay tal cosa) me da. Voy a extrañar el trabajo, a los chicos, la situación, el gusto de la tarea.
Me ofrecieron otro puesto. Pero...muchas horas de ausencia en casa no son buen canje. Mucho sacrificio para toda la familia (léase: mi marido que madruga para llevarme, mi mamá que madruga para cuidar a Francisco, mi papá que se queda solo gran parte del día, mi hijo que está muchas horas sin mi presencia).
Me siento algo rara. Tengo un deja vú. Alguna otra vez pasé por algo parecido. Renunciar a algo (genuino) que quiero por alguien que amo.
La pucha con el tironeo.

Ayer, jueves, fue mi último día de trabajo.

Despedida con abrazos, dibujos garabateados y plantitas de la huerta. Un abrazo especial, sincero y cálido de uno de los chicos me quedará grabado como símbolo de esta experiencia. Aprendí mucho, disfruté mucho.
Hoy iba a ir para articular e informar a la directora titular (que regresa a su puesto) lo que realicé en mi gestión. Anoche me llamó para cancelar la reunión porque tiene que llevar a su hijo (de tres meses) al hospital a hacerse unos estudios.
Así que, si todo va bien, supongo que en la semana tendré que ir a la escuela para concretar esa reunión.
Hoy empieza para mi una nueva temporada, de habituarme a quedarme en casa otra vez. Lo disfrutaré, creo, pero es un cambio importante.

5 comentarios:

malglam dijo...

Mucha suerte en tu nueva vida. La verdad es que yo añoro mucho estar en casa con mi niño, pero es una decisión dificil.

Mumimamá dijo...

me gustaría estar mas cerca para acompañarte en las tardes -que tengo libres-, y conocer a Francisco y pasear los cuatro. Disfrutá la hermosa posibilidad de estar juntos, total esto es ahora, cuando vaya al cole seguro va a ser distinto...

m dijo...

Gracias, chicas! En realidad comencé a trabajar cuando Francisco tenía 9 meses en otro trabajo ( en el que trabajaba hacía 11 años) pero luego renuncié por problemas ajenos a la maternidad. Continué con alguún que otro trabajo en instituciones (dar capacitaciones para docentes, generalmente) y los pacientes particulares-no muchos-. Lo del trabajo en la escuela ya estaba planteado desde un principio como temporario, pero era una oportunidad interesante por tratarse de la dirección. Y me tenía 6 o más horas afuera cada dia. Y eso me parece mucho.

Anónimo dijo...

A veces hay que elegir lo que nos conviene. A mí no me gusta excesivamente el trabajo que hago, por diferentes razones, sin embargo el horario es una ventaja sobre la que he reflexionado y trabajar sólo hasta las dos o las tres de la tarde para poder dedicarle el resto a mis hijos es lo mejor que podía pasarme. Quizás te llamen a otro trabajo en el que puedas estar más con tu niño; mientras tanto disfrútalo que crecen muy rápido.

Vivi Briongos dijo...

Felicidades Marian!!!!!!!!!!!!! Parece que estos son tiempos de cambios! Enhorabuena! Muy sabia decisión. Buscar el quilibrio entre una actividad que te guste y la mejor calidd de tiempo de ddicación para con tu familia, no suele ser fácil, pero algo me dice que lo estás logrando.

Me alegro mucho, besosss.