31.7.05

Cuando el trabajo atenta contra la lactancia

Nota del diario LA NACION de hoy.

"El fin de la licencia por maternidad coincide con el momento en el que 1 de cada 3 bebes deja de alimentarse sólo con leche materna

Lo muestra un estudio realizado en Capital
Aun así, estadísticas del Ministerio de Salud dicen que la lactancia exclusiva al sexto mes de vida pasó del 7,3% al 33,1% en 7 años

La vuelta de la madre al trabajo -que a veces ocurre antes de que termine la licencia por maternidad- es una de las principales amenazas para la lactancia materna. Eso es lo que revela un reciente estudio realizado en la Clínica y Maternidad Suizo-Argentina, que muestra que, a los tres meses de nacer, el 34,2% de los bebes ya ha dejado de alimentarse exclusivamente a teta, cuando lo que se recomienda son seis meses de lactancia materna. "El abandono de la lactancia materna ocurrió a la par de la reincorporación al trabajo en madres que al dejar la maternidad y al mes del parto mantenían tasas muy altas de lactancia materna exclusiva", dijo la doctora Ana Pedraza, jefa de neonatología de esa maternidad, certificada por Unicef como hospital amigo de la madre y del niño, por fomentar la lactancia.

"Hoy en día, muchas mujeres deciden no amamantar por la falta de un marco legal que proteja y jerarquice la lactancia -comentó María Inés Copertari, presidenta de la Fundación Lactancia Materna-. Por ley, una mujer que amamanta puede tomarse dos medias horas en cada jornada laboral para dar de mamar, pero son pocas las empresas que cuentan con guardería. En la práctica, resulta impracticable."

Para Copertari, la licencia por maternidad debería cubrir al menos los seis meses de lactancia materna exclusiva aconsejados por la Organización Mundial de la Salud, Unicef y el Ministerio de Salud de la Nación, o, en todo caso, ser más flexible en los horarios, para así poder cumplir con su finalidad. Sin embargo, la competencia dentro del mundo laboral es la que lleva a muchas mujeres a comprimir su licencia.

"Algo que vemos con mucha frecuencia es que las madres, en su mayoría profesionales, vuelven a trabajar antes de que termine la licencia por maternidad", señaló la doctora Pedraza.

Pero de los muchos factores que minan la lactancia, hay uno de aspecto inofensivo que no debe ser menospreciado: el chupete. Otro estudio realizado por Pedraza deja al descubierto los efectos del pequeño enemigo de la lactancia: el 16% de los bebes que comenzaron a usarlo en el primer mes de vida abandonó la lactancia, frente al 7% de los que no contaron con ese recurso "pacificador" (después de todo, así se lo llama en inglés: pacifier).

"Algunos pediatras sugieren que el chupete genera una confusión bucal, ya que implica una succión distinta de la del amamantamiento -explicó Pedraza-; otros señalan que las mujeres que no usan chupete para calmar el llanto de sus hijos suelen ser más propensas a amamantarlos en esos casos." En lo que sí se ponen de acuerdo los pediatras es en sugerir a los recientes padres que eviten el uso del gran pacificador o, en todo caso, que esperen al menos un mes para recurrir a él".

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