(Tomado y adaptado de una nota de la agencia D y N.)
Me pareció una buena síntesis de los efectos benéficos del amamantamiento para los bebés y su familia.
"El aumentó de la lactancia materna, que enviste de una amplia protección sanitaria a los bebés, registró un aumento "significativo", con una tasa de amamantamiento a bebés de hasta seis meses de edad que pasó de 7,3 por ciento, en 1998, a 33,1 por ciento en 2004.
Además, más del 90 por ciento de las madres argentinas inicia la lactancia materna, con una duración promedio de poco más de 12 meses. Estos datos fueron difundidos hoy por el Ministerio de Salud. (Que, debo decirlo no es para nada de mi agrado, en especial su titular, dada su posición claramente abortista).
El organismo, se detalló, tiene entre sus principales estrategias para mejorar la salud infantil en forma integral "la promoción de la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad y su continuación hasta los dos años o más". Esa iniciativa incluye, además de la promoción de la lactancia exclusiva y su continuación después de los seis meses, la difusión del uso de alimentos complementarios, seguros y apropiados desde los seis meses de edad y capacitación y evaluación de maternidades y centros de salud como "Amigos de la Madre y el Niño".
También prevé la protección de la lactancia materna a través del "Código de Comercialización de Sucedáneos" y la creación de Grupos de Apoyo a la Lactancia Materna en la comunidad.
La Estrategia incluye, además, la provisión de herramientas informáticas para el procesamiento de encuestas, campañas de difusión, apoyo a las madres trabajadoras para que continúen amamantando, y la evaluación de situaciones de emergencia para no desalentar la lactancia.
La Semana Mundial de la Lactancia Materna, que comienza el próximo lunes, tiene como lema este año "Lactancia Materna y Alimentación Complementaria. Los alimentos familiares: caseros, saludables y ofrecidos con amor".
Se ha comprobado científicamente que la leche materna es el mejor alimento hasta al menos los dos años de vida, y que debería ser el único hasta los seis meses de edad. Además de sus cualidades nutricionales la lactancia materna significa estimulación, vínculo, inmunidad. Una serie de valores agregados pero inseparables del acto de amamantar, que la convierten en un bien a ser preservado.
La importancia de la promoción de la lactancia materna no sólo está dada en que la leche humana no sólo tiene efecto protector sobre riesgos del lactante respecto a muerte súbita, diarreas, alergias, otitis media, bronquiolitis y neumonía. También previene afecciones como diabetes infanto-juvenil, enfermedad celíaca, obesidad, cardiopatías y osteoporosis en la tercera edad, entre otras.
No obstante, el acto de amamantar significa mucho más que leche y anticuerpos, ya que el vínculo que favorece es otro factor crucial. Los niños y niñas amamantados suelen ser más seguros e independientes, poseen pruebas de desarrollo con mejores resultados que los no amamantados, y el riesgo de sufrir maltrato o abandono es menor, señalan los especialistas.
Pero, ¿qué sucede con la madre que amamanta? Entre otras cosas, es una mujer con mayor autoestima, con menor tendencia a la depresión luego del parto y que adelgazará de manera natural mientras cría a su hijo en forma ideal.
Además, si mantienen la lactancia materna exclusiva por seis meses y reciben asesoramiento, sus posibilidades de un nuevo embarazo se retrasan; poseen menos riesgo de anemia puerperal, cáncer ginecomamario en la premenopausia, y, también, menor posibilidad de osteoporosis durante la tercera edad".
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