Mi hija G, lo vio varias veces y retuvo el canto. Al subirse ella misma a las hamacas o tirarse por el tobogán de la plaza, se la oye cantar la misma tonadita.
Ayer, después de cenar le dio diversión a las frutillas, que eran arrojadas por ella, por la manija oblicua de nuestro jarro, al son del "wii, wii."
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