Entre las cosas lindas que pasaron ayer, a pesar del tumulto, estuvo la presencia de mi sobrinita y ahijada en el cumple de F.
Su papá (el hermano de mi esposo) la trajo, porque su mamá a esa hora cursa el profesorado. Y ahí estuvo la gordita, en medio del lío, poniéndole el pecho a los pasamanos de parientes. Con una calma admirable.
Para pedir su mamadera-de leche de su mamá-se pone la manito en la boca y se la chupa. Su papá sumamente diligente y cuidadoso, la entiende y la atiende con toda soltura. La gordita tiene tres meses y medio. Está preciosa, con sus ojitos negros y profundos, con sus manitos rellenitas de leche y su pancita prominente y graciosa.
El llanto de cansancio, cesó cuando su papá la alzó en su ya famosa posición de "balcón". Es decir sentadita sobre sus manos, apoyando la espalda en su pecho. Ayudado un poquito por un dibujito de la tele que le llamó la atención.
Me alegró mucho que estuviera, que pudiera venir, también a F. que le dedicó varios momentos a nuestra querida Pili.
2 comentarios:
Hola, mamá y tía!!!
Son hermosos los sobrinos!
El miércoles vinieron a casa: sobrino mayor y su hijita...cómo los disfruté!
Pasaba para invitarte, a vos y a tu hijito, a que conozcan a Carlitos Mandarín, como generadores de su nombre...Besos, Feri
Es muuuuy linda!
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