Resulta que hoy mi hijito tenía una reunión en su futuro jardín. Y estaba bastante movilizado por ello. A la mañana, a raiz de un comentario que le hice acerca de cuando era bebé, declaró con toda seriedad y no sin angustia: "yo no quiero ser grande, quiero ser chiquito..."
Y ahí nomás se puso a llorar. Mientras lo tomé en brazos para consolarlo se me ocurrió decirle lo que sigue (no textuales palabras, pero si la idea):"Si, es difícil crecer. Pero no tenés que perder todo lo lindo de ser niño cuando crezcas. Hay quien siempre lo conserva en su corazón".
Como seguía llorando le dije: "Y además, papá y yo te queremos cada vez más, más grande sos, más te queremos. Te queríamos mucho cuando estabas en la panza, cuando naciste, y cuando eras bebé, pero ahora te queremos más y más tiempo pase, más te vamos a querer. Nuestro amor crece igual que crecés vos".
En el transcurso del día, entre las pavadas de la maestra jardinera y nuestra ida y venida en colectivo, tomé conciencia de la conversación importante que tuve hoy con mi hijito. Y también de esto: Nuestro amor de padres, crece con él.
3 comentarios:
Me quede impacatada con la claridad de la idea, de que nuestro amor de padres, crece igual a como crecen nuestros hijos.
Aunque amo tanto a Nicole que no me imagino poder quererla más...
Cariños!
Sabés que Lula alguna vez hizo ese mismo planteo? Lo que más me sorprende es que mis argumentos para la respuesta fueron los mismos!!!
Recursos... En el corazón está la clave, parece!
Besossssss.
P.D.: Felicidades con un poquito de atraso!
Tienes toda la razon, cuanto mas tiempo pasa, mas les queremos. Y ojala pudieramos hacer un hueco en nuestra memoria para no olvidar esas pequeñas cosas que al mirarlos nos hacen tan felices a las mamas.
Besitos
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