8.11.05

Se ruega no interrumpir

El juego es para el niño lo que para el adulto su trabajo. Según lo sostienen especialistas en psicología infantil, un niño que juega mucho y placenteramente, será un adulto que disfrute de su trabajo.
Además es su forma de comunicación y simbolización por excelencia.

Es por eso que es importante evitar interrumpir al niño que juega, sobre todo si lo hace concentrado y disfrutando. Por supuesto que es válido compartir un juego con ellos.
Pero esto se refiere a esos momentos en los que están armando algo, un diálogo, una construcción, un desplazamiento y lo está haciendo solo y ahí entramos los adultos a dar indicaciones o corregir cosas que está haciendo el chico.

Si esto de las interrupciones adultas se repite puede que aparezcan algunos síntomas en el juego del niño, como por ejemplo:

1) Que sus juegos sean de muy corta duración, enseguida se aburre, y pasa de una cosa a la otra.
2) Inhibirse en su juego, por pensar que "no juega bien", ya que recibe constantes indicaciones mientras lo hace.
3) Sentirse no aceptado y cuestionado. Es decir, ver herida su autoestima.
4) Volverse retraído y volcarse a actividades pasivas en las que sólo es receptor.
5) Pedir ideas para jugar con demasiada frecuencia.

Respetar el espacio de expresión y creación de los niños es muy importante para su salud.

1 comentario:

pao dijo...

tomó nota.
saluditos