El placer y la alegría de este pequeño acto diario, son muy grandes. Se siente algo muy especial degustando las frutas que, generosamente nos da el pequeño arbolito cada mañana. Se agradece lo jugosas, frescas y sanas que son. Los chicos comen una y otra y parecen nunca terminarse.
4 comentarios:
¡¡Qué envidia!! Enhorabuena por su arbolito generoso y por unos hijos amantes de la fruta!
=)
¿Probaste hacer bizcochuelo de mandarinas? ¡Sale buenísimo y es súper fácil! Si no tenés la receta y te interesa, te la paso.
Besitos,
Si, Marisa, está bárbaro, creo que la receta está en mi blog. Gracias!
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